23 Oct EL ROL DEL INTERIM MANAGER EN EL AMBITO DE LAS TIC
En las organizaciones como en todos los grupos humanos existen una serie de roles, formal o informalmente establecidos que regulan con mayor o menor acierto las interrelaciones entre los miembros de un colectivo y que compiten por alcanzar distintas cuotas de poder.
Así, en las organizaciones, nos podemos encontrar poderes formalmente establecidos, en el organigrama de la empresa, es decir que son otorgados por el puesto o categoría profesional, poderes informales, personas que por su carisma o determinados aspectos de su personalidad o desempeño profesional son seguidos por otros miembros del grupo sin estar otorgados de un poder “formal” y también nos encontramos con personas que ostentan el “poder del experto” ya que poseen un conocimiento o dominan una tecnología que nadie más dentro de su grupo conoce o sabe emplear.
En este último grupo, se han encontrado hasta hace fechas recientes los responsables de informática de las empresas. Poseían un gran poder y el uso de un gran poder conlleva una gran responsabilidad ya que sus interlocutores desconocían en la mayoría de los casos de que estaban hablando con estos últimos y bastaba con desplegar una retahíla de conceptos y vocablos informáticos para justificar tal o cual decisión o actuación y dejar callado, (aunque no por ello satisfecho) a su interlocutor.
La crisis económica ha obligado a las empresas a iniciar una estrategia de “economía de guerra” y a reducir de forma drástica su personal, esto ha hecho que la figura del ínterin manager sea cada vez más habitual.
En el ámbito de las TIC, las empresas, además de la esperada reducción de costes, están encontrando en esta modalidad de organización una serie de ventajas no esperadas.
El Ínterin Manager de TI es en la mayoría de los casos un profesional independiente, que aporta valor a través de su experiencia acumulada en otras organizaciones, en la mayoría de los casos extrapolable a la actual y que en principio no tiene “amigos” dentro de la organización lo que le hace ser más objetivo a la hora de priorizar necesidades, tomar decisiones o asesorar a la alta dirección.
Por otro lado es consciente de que su paso por la organización es algo puntual y limitado en el tiempo, por lo que no tiene ninguna necesidad de tratar de “acumular” cuotas de poder o de establecer relaciones internas (otras unidades organizativas o sus propios colaboradores) o externas (proveedores de equipamiento o servicios) que le puedan resultar “beneficiosas” en un futuro.
Además, por todo lo anteriormente citado, no tendrá problemas a la hora de valorar y cuestionar el trabajo realizado hasta la fecha y proponer la introducción de cambios y mejoras que estime más convenientes para la organización.
Por todo ello, no es de extrañar que la figura del Interim Manager en el ámbito de las TI sea vista con recelo por todos aquellos que pueden resultar “perjudicados” con su actuación y que se produzcan intentos más o menos velados de “torpedear” su actuación, pero la experiencia demuestra que es una forma rigurosa, económica y eficaz de abordar la gestión de las TIC en las organizaciones. Prueba de ello es su cada vez mayor aceptación e implantación en las empresas.