11 Abr Reflexión: Sobre la toma ágil de decisiones (I).
Introducción
Las condiciones empresariales actuales tan complicadas e inestables, en muchos casos, necesitan que se den factores internos propicios para superar los externos. Las caídas de ventas, bajada de márgenes, etc son, en algunas ocasiones difíciles de remontar y de mejorar, aun cuando desde el punto de vista de marketing y fuerza de ventas se desarrollan complejos planes, cada dia más elaborados e imaginativos, donde muchas veces no se obtienen los resultados que se esperaban. Por tanto, en ocasiones, encontrar una palanca que permita cambiar el efecto de los factores externos puede ser en muchas ocasiones muy complejo y de largo alcance.
Uno de los condicionantes internos que SI podemos actuar y está en nuestras manos es la capacidad para tomar decisiones ágiles (no a la ligera!) dentro de la organización. Más bien, ahora que lo pienso, resulta la cura a un “cáncer” que muchas empresas tienen.
La toma de decisiones implica responsabilidad, conocimiento, intuición, seguridad en uno mismo y positivismo.
La responsabilidad inherente del puesto que ocupa una persona dentro de la organización y que se le pide en la realización de su trabajo viene de la correcta delegación de responsabilidades por parte de su superior jerárquico. Por tanto ya podemos ver, desde lejos, que la correcta delegación de responsabilidades es clave para la agilidad en la toma de decisiones. Si un gerente o director no permite que sus subordinados tomen decisiones en base a las responsabilidades que se le han delegado a un tercero tenemos el primer obstáculo. Lamentablemente es increíble como muchas de las organizaciones por las que paso y he pasado tienen este mal, cuánto cuesta delegar, cuánto cuesta asumir que tu equipo debe de tomar decisiones y por tanto asumir su responsabilidad.
Qué decir del conocimiento, ¿se puede tomar decisiones de una forma ágil sin un elevado conocimiento de lo que estamos haciendo, porque lo estamos llevando a cabo, cuales son los objetivos que buscamos, a que coste, que implicaciones tienen en otras áreas de la empresa, etc? Creo que todos estamos de acuerdo que la toma de decisiones ágil pasa por tener conocimiento, que muchas veces será la fusión de lo que la experiencia y formación nos ha aportado y porque no, apoyado de los recursos/proveedores externos que necesitemos para adquirirlo.
Mi favorita es la intuición. Siempre recordare la cara de mi suegro cuando en 2009 le dije “que voy a ser un profesional independiente, Interim Manager”. Es importante recordar las fechas repito 2009, empresas cerrando, tasa de paro en aumento,… paso del color moreno de su piel al color verde, pero tenía intuición de que iba a funcionar. Pensaba que se desmayaba. Ahora camino de 2014 para mí la intuición es la base de todas mis decisiones. Realmente no solo para mí. Cuando hablo con todo tipo de personas, en cualquier puesto de trabajo, sobre una decisión, siempre existen las frases de “yo no acabo de verlo,…”, o “Tengo claro que hay que hacerlo…” todas estas expresiones tienen una base humana de intuición. Sin una intuición adecuada es imposible triunfar en la vida, en cualquier ámbito. Una correcta intuición puede hacer que de cada 100 decisiones tomadas de manera ágil, te equivoques en menos de 10. Es evidente que la intuición se apoya en los puntos anteriormente comentados. La intuición se apoya en la experiencia, en nuestra forma de ver el mundo, en nuestra formación, en lo que nos ha pasado en la vida, es capaz de permitirnos tomar decisiones por comparación de otras situaciones que hemos vivido o leído, es el catalizador que acelera nuestro éxito o nuestro fracaso.
No menos importante es la seguridad en uno mismo y positivismo. Me comentaba una psicóloga que las personas depresivas suelen tener poca energía poca fuerza y eso les lleva a no tener seguridad en sí mismas. Me comentaba también que una persona ubicada en la media tiene más de un 80% de pensamientos negativos al dia. La seguridad en uno mismo y el positivismo son una fuerza básica para la toma ágil de decisiones desde el punto de vista que se alimentan de los buenos pensamientos, de la fuerza que las personas excepcionales tienen y les diferencia del resto, de la media.
Cuando una persona, un profesional, combina los puntos anteriores de una forma equilibrada, consciente y responsablemente, es capaz de tomar daciones agiles que le lleven a un porcentaje de éxito elevado.
En frente nos encontramos muchas veces a las personas que arrastran miedos, complejos, dificultades, lastres, … englobados generalmente en la media, en la parte central de la campana de gauss que todos conocemos. En esta área central nos encontramos también las personas que no saben delegar que no permiten que sus equipos tomen decisiones de manera ágil, “controladores” y por tanto frenos de mano para la organización, plomos para el ágil movimiento que la empresa necesita actualmente.
Conclusión
Tanto si el director, jefe, etc no confía o no sabe delegar, como si la persona responsable de la tarea no posee las aptitudes y competencias anteriormente comentadas, la organización tiene un problema interno.
La toma ágil de decisiones es fundamental para mover iniciativas, liderar situaciones y decisiones, diferenciarte de esa parte central de la campana de gauss. Es clave para tu éxito, te convierte en una persona dinámica, con capacidad para responsabilizarte de situaciones complejas y puede ser un punto claramente diferenciador en tu carrera profesional.