Hacia la empresa virtual

Hacia la empresa virtual

Internet está cambiando el entorno empresarial. Ha modificado las reglas de marketing y las de funcionamiento interno de los negocios. En la actualidad, dos terceras partes de todo el tráfico de Internet ya es interempresarial. El uso público de la red sólo es la punta de iceberg: debajo se encuentran las intranets, que permite el uso de las líneas de Internet internamente. Un 23 por ciento de las compañías ya han implantado intranets, y el uso intraempresarial de la Red supondrá más del 80 por ciento del empleo de Internet en los próximos tres años.

 Internet está llamada a ser una de las herramientas de negocio más poderosas: es a la vez un medio de comunicación, un canal de marketing y un sistema de transacciones comerciales muy efectivo. Nunca ha existido nada parecido a Internet, y su tasa de crecimiento tampoco tiene precedentes en la historia de las Tecnologías de la Información.

Desde sus orígenes en la década de los 60 como red militar y académica, Internet ha evolucionado hasta convertirse en una red de acceso público mundial. Todas las compañías pueden estar en Internet, y esta accesibilidad universal afectará profundamente al futuro empresarial, al cambiar las reglas de marketing y de negocio. Internet ofrece a las compañías acceso inmediato a millones de clientes potenciales a un mínimo coste, reduce la inversión necesaria para entrar en nuevos mercados y requiere un desembolso aceptable en relación con los posibles beneficios que genera. En la actualidad, un 2/3 de todo el tráfico en Internet ya es interempresarial.

Desde luego, Internet no es algo mágico. Poner simplemente páginas en el World Wide Web (WWW) no es sinónimo de atraer a miles de nuevos clientes. Se requiere una alto nivel de creatividad y planificación detallada para tener éxito en Internet.

Pero Internet no sólo ofrece oportunidades de negocio a corto plazo. A largo plazo esta red creará, ya ha empezado, un nuevo entorno empresarial que no tendrá nada que ver con el actual. Los negocios que dependen de una forma más directa de la información serán los primeros afectados por este cambio. Pero le seguirán todos los sectores (grandes y pequeños), que se tendrán que adaptar a este nuevo entorno para sobrevivir.

Hay dos grandes usos de Internet: el público y el privado (intranet). En los dos casos el principal ingrediente para el éxito es el conocimiento de los entornos y la adaptación creativa de la empresa a sus posibilidades. Actualmente, se puede decir que lo que sobresale (el Internet público) es simplemente la punta del iceberg.

Los analistas recomiendan a las compañías estar en lo que denominan Internet pública cuando quieren llegar a una audiencia general. En este caso, el Web site está abierto a la visita de cualquier navegante. Por otra parte, Internet también puede usarse para alcanzar objetivos internos: son las denominadas intranets. Los fines: proveer a los empleados de la información necesaria y del entorno adecuado para interactuar con los partners, proveedores y algnos clientes. Aquí se conoce y controla a la audiencia y la seguridad de las comunicaciones es importante. Los avances en este sentido permiten establecer conexiones cada vez más seguras entre empresas  utilizando líneas Internet públicas. Este enfoque puede derivar en ahorros de costes al utilizar este tipo de líneas para la red Internet. Además, puede suponer un incremento de la flexibilidad, puesto que permite añadir o eliminar servicios o partners de forma rápida y simple. El personal de la empresa puede, por su parte, trabajar de forma remota mediante la conexión vía Internet con las redes de la compañía.

 Entre las empresas del sector informático se ha coincidido en una preocupación por ofrecer a los clientes herramientas de seguridad para Internet, tales como el Internet Tunnel de Digital, que hacen posible mantener conexiones seguras entre empresas utilizando líneas Internet públicas, lo que ofrece un importante ahorro e incremento de la flexibilidad frente a las líneas privadas. Es lo que algunos expertos denominan « softwiring » en lugar de « hardwiring ». Este avance en la seguridad también permite a los empleados trabajar en casa o a distancia enviando sus trabajos encriptados en líneas Internet públicas.

Según datos de Business Research, un 23 por ciento de las empresas ya han implantado intranets, y los usuarios con experiencia tienen 50 Webs internos por cada Web externo. El uso intraempresarial de la red supondrá más del 80% del empleo de Internet en los próximos tres años, según un estudio de Forrester Group. Entre las oportunidades más importantes que ofrece destancan su posibilidades de uso sobre las LAN existentes, la de sustituir LAN obsoletas y la de suministrar servicios centrales corporativos.

De esta forma, Internet es la vía hacia las nuevas empresas virtuales. Si consideramos la evolución de uso de Internet, esta será la tercera generación, tras las etapas de « Internet abierto » e « Internet transaccional ». La Red ofrece resellers herramientas que permiten aumentar la competitividad y enfrentarse a la globalización de los mercados. En este marco, Internet se emplea para ampliar las características propias de las LAN de forma que se puedan construir equipos de trabajo a través de la red, con lo que se logra una mayor eficiencia de trabajo al poder colaborar con facilidad entre grupos situados en diversos países. Por contra, la creación tradicional de organizaciones virtuales usando redes privadas ofrece una infraestructura cara, difícil de gestionar y de modificar.

Los sistemas de seguridad basados en túneles encriptados, con su habilidad de soportar redes privadas virtuales, permiteN a los resellers entrar con facilidad en este nuevo mercado.

Si los « cortafuegos » y los túneles ofrecen la seguridad necesaria, los servidores de Internet son la puerta al negocio en la Red. Así, podemos contar con servidores Web, servidores Name (secundarios en el ISP), de correo (que transforma el correo electrónico de/hacia Internet), servidores POP Mail (para albergar los buzones de los usuarios) y los dedicados a Usenet. Los servidores públicos son los que se sitúan al otro lado del cortafuegos, y son tanto los Web y los FTP.

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