“Es un cambio importante, no solo a nivel tecnológico”: VERI*FACTU y la nueva era de la facturación en España

“Es un cambio importante, no solo a nivel tecnológico”: VERI*FACTU y la nueva era de la facturación en España

En el programa Éxito sin Edad de Déjate de Historias TV, se celebró una conversación que va mucho más allá de la tecnología. En ella, Luis Vilanova Blanco, auditor de software y perito judicial informático, y Fernanda Rodríguez García, CEO de Freeme.es, analizaron la llegada de VERI*FACTU, el nuevo sistema de facturación electrónica promovido por la Agencia Tributaria, y su estrecha relación con la Ley Antifraude. Durante la charla, quedó claro que no se trata solo de un cambio informático o técnico, sino de una auténtica transformación en la forma en que las empresas españolas deben concebir la gestión de sus facturas, la transparencia fiscal y su cumplimiento con la Administración.

VERI*FACTU representa el siguiente gran paso en la estrategia de digitalización y control fiscal del Estado. Se enmarca dentro del Reglamento de Sistemas Informáticos de Facturación (RSIF) y busca garantizar que toda factura emitida por una empresa o profesional quede registrada de manera íntegra, trazable e inalterable, permitiendo que Hacienda pueda verificar en tiempo real —o casi real— la información que contiene. En otras palabras, se trata de un modelo que elimina cualquier margen de manipulación o de generación de facturas “fantasma”, asegurando la transparencia completa en las operaciones comerciales. Pero su impacto va más allá de lo técnico: implica repensar los flujos de trabajo internos, la forma de relacionarse con los clientes y asesores fiscales, y la necesidad de disponer de herramientas tecnológicamente preparadas y jurídicamente conformes.

Durante el programa, tanto Luis Vilanova como Fernanda Rodríguez coincidieron en que el verdadero reto de VERI*FACTU no está en la instalación del software, sino en la comprensión del modelo de control que supone. La Ley Antifraude obliga a los desarrolladores de software, a las asesorías y a los propios empresarios a asegurar que sus sistemas cumplen con los principios de integridad, conservación, accesibilidad y trazabilidad. Y no basta con “conectarse” con la Agencia Tributaria o decir que el sistema genera facturas electrónicas. La ley exige que el software esté diseñado bajo unos estándares muy precisos, con capacidades técnicas para registrar eventos, generar códigos identificativos, emitir facturas con QR verificable y conservar toda la información de forma que no pueda ser alterada posteriormente.

El debate en Éxito sin Edad también sirvió para aclarar un error muy habitual: no todos los programas de facturación actuales cumplen con la Ley Antifraude, aunque sean digitales o generen facturas electrónicas. VERI*FACTU introduce requisitos que obligan a revisar profundamente el diseño y la arquitectura de las soluciones de facturación. Por ejemplo, el sistema debe registrar los datos técnicos de cada factura en un formato estructurado XML, generar un identificador único y remitir los datos a la Agencia Tributaria con una periodicidad regulada. Además, los desarrolladores deberán acreditar la existencia de controles de integridad y de auditoría, así como la imposibilidad de eliminar o modificar facturas ya emitidas sin dejar rastro.

Esta transformación, como subrayó Luis Vilanova, “no es solo tecnológica, es cultural y organizativa”. Muchas empresas y autónomos deberán replantearse la forma en la que emiten facturas, almacenan datos y gestionan su información contable. Por su parte, los fabricantes de software deberán acreditar mediante auditorías independientes que su sistema cumple con los criterios técnicos y legales establecidos. En este sentido, Luis recordó que Legal Auditors ya ha acompañado a más de 300 empresas de facturación en sus procesos de adaptación, aportando una certificación privada que genera confianza tanto a los clientes finales como a los propios partners tecnológicos, en un contexto en el que la competencia desleal o las falsas promesas de “cumplimiento automático” son cada vez más frecuentes.

El programa también sirvió para resaltar que VERIFACTU y la factura electrónica obligatoria son dos elementos complementarios, pero distintos. Mientras que la factura electrónica tiene como objetivo estandarizar la emisión y recepción de facturas entre empresas (B2B), VERIFACTU va más allá, buscando que los sistemas de facturación sean auditables, interoperables y verificables por la Administración en todo momento. De hecho, aunque una empresa ya emita facturas electrónicas, puede que deba actualizar o sustituir su software para cumplir con los requisitos de integridad y trazabilidad que establece el Reglamento.

Para autónomos, pymes y emprendedores, este cambio supone una oportunidad y un desafío. La oportunidad está en modernizar los procesos administrativos, ganar eficiencia y seguridad, y posicionarse de forma más competitiva en un entorno digital y transparente. El desafío está en no dejarse llevar por soluciones improvisadas o parciales, sino en asegurarse de que el sistema de facturación está diseñado de acuerdo con la ley y puede resistir una inspección o una auditoría sin vulnerabilidades. En palabras de Fernanda Rodríguez, “lo hemos desarrollado pensando en los autónomos y las pymes, para que la adaptación sea sencilla pero también segura y conforme a la normativa”.

En conclusión, el sistema VERI*FACTU no debe entenderse como una simple obligación impuesta por Hacienda, sino como un paso natural hacia un modelo fiscal más transparente y automatizado. Requiere planificación, asesoramiento técnico-jurídico y una adaptación progresiva para evitar sanciones y problemas futuros. Como dijo Luis Vilanova Blanco al cierre del programa, “el éxito no tiene edad, pero la adaptación tampoco”. Las empresas que empiecen hoy su proceso de cumplimiento estarán en una posición mucho más sólida cuando el sistema sea plenamente obligatorio.

Puedes ver la entrevista completa en Déjate de Historias TV:
https://dejatedehistorias.es/sobre-verifactu-es-un-cambio-importante-no-solo-a-nivel-tecnologico-exito-sin-edad