13 Ago En que nos diferenciamos como Interims de un Consultor.
Varias veces, diferentes clientes, me han preguntado cuál era la diferencia entre un profesional Interim Manager y un consultor al uso. La pregunta es muy sencilla de contestar pero requiere conocer como somos los “directivos de alquiler” y como trabajamos. Hay varias cuestiones que definen a un Interim manager.
- El Interim Manager no asesora, al contrarío de un consultor al uso, sino que aplica gestión. Se trata de un servicio para afrontar un cambio, un proyecto, una situación de transición, poniéndose como ejecutivo de la empresa en un periodo de tiempo que puede oscilar entre 1 y 5 años, o bien mas años, en función del tipo de relación.
- La contratación de un directivo temporal consigue optimizar el cambio, al ponerlo en manos de un especialista con años de experiencia que habrá afrontado esa misma coyuntura varias veces a lo largo de su vida profesional. Cuando el problema está resuelto, el Interim abandona la empresa. El consultor asesora, aconseja, pero no gestiona ni dirige.
- El servicio de Interim Management entra en el funcionamiento de la empresa para apoyar o sustituir a la dirección en la gestión de proyectos con una vida limitada, formando parte de la empresa.
- Los Interim managers no intervienen sólo en situaciones negativas, pero sí excepcionales y, por lo general, urgentes. La principal ventaja para la empresa es que no ha de contratar a un nuevo directivo, con lo que el coste no es fijo, sino variable. El Interim manager, además, no amenaza la posición del resto de directivos, porque no está ahí para quedarse.
- Un consultor (del latín consultus que significa “asesoramiento”) es un profesional que provee de consejo experto pero no ejecuta generalmente, no se pone al mando de un equipo de la empresa cliente.
- Muchos puestos directivos no precisan dedicación full-time. Como es el caso de IT o RRHH. El Interim trabaja, generalmente, como directivo para varias empresas al mismo tiempo, aportando el Know-how en un campo muy concreto. En mi caso TI, RRHH, Organización y Procesos.
- Estadísticas americanas muestran que un directivo a tiempo completo sólo emplea el 20% de su tiempo en aspectos estratégicos y de dirección indelegables a los que aplica su talento, mientras que el 80% restante de su tiempo lo dedica a actividades rutinarias, reporting y aspectos técnicos o administrativos de su departamento, todas ellas delegables a personal menos cualificado.
- Los Interim somos contratados para resolver una situación específica.
- Se resuelve los problemas de rigidez que representa la contratación en nómina de directivos expertos en un campo, pero que no puede ser un consultor externo genérico sino un experto en un campo que lidera, que se introduce en la organización y que, generalmente, pasa a ser un directivo más durante un tiempo determinado.
- Los talentos ya no se cazan para integrarlos en la empresa sino que se utilizan en la medida en que se precisan, aunando capacidad directiva de alto nivel con flexibilidad a un coste reducido.
- Las empresas acceden así al talento a dedicación parcial, beneficiándose de su capacidad, experiencia, resolución y liderazgo que es lo que buscan en definitiva, y dejando a empleados de menor nivel la realización del resto de actividades rutinarias.
En alguna ocasión he pasado de consultor a Interim en un mismo cliente. Por ejemplo, caso real, al hacer un plan TI a tres años, para una multinacional, me han solicitado, tras la entrega del plan de acción, que me responsabilizara cómo Interim de llevarlo a cabo, es decir de ejecutarlo, pasando de consultor a Interim.
Por ampliar un poco más el concepto cabe destacar que existen tres tipos de funciones que realizamos como directivos de alquiler:
- Interim-management: Función ejecutiva resolutiva en proyectos complejos: Sistema interino de dirección de dirección donde el directivo puede ser contratado en nómina por tiempo limitado para realizar una misión concreta (si bien es verdad que si realizas tu trabajo bajo las premisas y necesidades contratadas, lo normal es que el cliente no deje que te marches).
- Head-sharing: Función ejecutiva de dirección compartida en pymes: se utiliza para cubrir puestos de dirección de departamentos de pymes. En mi caso TI y organización actualmente (pronto RRHH). Incluso podemos llegar a ser gerentes y consejeros que comparten con el empresario la gestión estratégica y operativa.
- Junior-mentoring: Función tutorial a directivos junior, donde como ejecutivos senior a tiempo parcial complementamos a un ejecutivo junior o bien le formamos en habilidades directivas.
Por terminar, como “directivos de alquiler” aportamos las siguientes ventajas:
- La empresa dispone del talento directivo sin aumentar la plantilla.
- Sin nómina ni costes sociales.
- Garantía de satisfacción, no funciona, se cambia sin coste de indemnizaciones. Esto es muy importante pues me/nos sitúa en una postura siempre de tensión, de estar siempre evaluado, con el riesgo que conlleva.
- Dedicación parcial y flexible a convenir según necesidades de la empresa.
- Importante reducción de los costes de dirección.